Conferencia del Ing. Carlos Slim Helú, en el Foro: México Cumbre de Negocios, que se realizó en Monterrey, Nuevo León, del 8 al 10 de noviembre de 2009.

8 de noviembre de 2009, Monterrey, N.L.

Buenas tardes.

Le agradezco mucho al licenciado Miguel Alemán Velasco sus palabras, y sobre todo su amistad, al igual que a su señora esposa. Muchas gracias.

Señor presidente de Costa Rica, doctor Oscar Arias; señor gobernador del estado de Nuevo León, me es muy grato participar en esta reunión. Hice algunas notas, son borradores, algunas cosas me gustaría platicarlas, leerlas completamente.

Me parece importante, para tener una clara visión de la nueva era, conocer el pasado. Después de quizá 3 millones de años del homo habilis y de 200 mil del homo sapiens, probablemente, no es hasta hace siete mil años que empieza la civilización humana, todos aquellos millones de años, o cientos de miles de años, los avances o no los conocemos o desaparecieron o fueron simplemente a nivel de sobrevivencia y de procreación, son muchísimos, muchísimos, dos o tres millones de años desde que aparece el primer hombre que no sabemos si es nuestro ancestro, pero la civilización no empieza a tener avances hasta hace siete mil años.

Pero a pesar de siete mil años, es después de una sociedad agrícola, que tuvo grandes luces como Grecia o como el renacimiento y numerosos avances en todos los sentidos, desde los egipcios, los romanos, etcétera, es hasta el siglo XIX en donde viene una gran transformación a esta sociedad agrícola, esa gran transformación es producto además de los avances tecnológicos; se conocía la navegación por velas, se conocían los molinos de viento, es entonces cuando el hombre puede desarrollar la energía que antes daba el viento, el agua y algunas otras formas a través del motor de vapor.

Ese motor de vapor revoluciona las sociedades, revoluciona la civilización y, de una manera muy acelerada, durante el siglo XIX conocemos grandes avances civilizatorios, el ferrocarril que es uno de los grandes avances, la industria del acero, los barcos de vapor, etcétera. Hay un gran avance.

Ese avance permite que empiece el desarrollo de muchos países y que empiecen a transformarse de manera, yo diría, revolucionaria, esos grandes países que son los países que logran su desarrollo durante el siglo XIX y que, aún en este momento, la mayoría de ellos siguen siendo los grandes países avanzados.

Se transforman porque empiezan a mutar su productividad en la producción industrial, se origina la textil en Inglaterra, pero también la productividad en el campo que sube 20 veces, con equipos, con motores de vapor, no sólo en el barco y en el tren, sino también en las máquinas, en las máquinas mineras, en las máquinas de construcción, las grúas, etcétera.

Después viene un avance todavía mayor que se da en el siglo XX a través de la electricidad, en una segunda etapa, la electricidad y el motor de combustión interna y bueno, estos avances son enormes. En el siglo XX todas las actividades avanzan, la ciencia y todos los sectores económicos tienen enormes avances, la población que durante tantos años tardó en crecer, que probablemente hace ocho mil años eran 10 millones y luego 100 hace dos mil, y mil, se multiplica siete veces a siete mil millones de personas en ese lapso.

Son impresionantes los cambios, es impresionante la tecnología, pero todo esto lo comento porque hay un cambio total de paradigmas, es un cambio de 180 grados en los paradigmas. Las sociedades anteriores, la agrícola, requería del poder monolítico, la inmovilidad social, la riqueza estaba dada por la tierra y por el hombre, la explotación del hombre era necesaria, en lugar, de la explotación de la tierra.

El poder monolítico, no es casual que tanto los egipcios descendieran de la divinidad, el faraón egipcio, como el tlatoani, el inca, o los reinos, el emperador japonés o los reinos europeos tenían que ser coronados por la iglesia, entonces había una unidad del poder político, religioso, económico, militar y la evolución de esas sociedades era con la explotación del hombre, por eso había esclavos, por eso había vasallos, servidumbre, inmovilidad de clases, ignorancia, a pesar de que se había descubierto la imprenta en el siglo XV, pues la gente no sabía leer, o sea que el uso que podía hacer era limitado, pero en esa evolución vivimos, después de la segunda Guerra, sobre todo, la transformación a una nueva sociedad que ya no es una sociedad agrícola, ni industrial, es una sociedad de servicios, terciaria, que le llamamos digital, del conocimiento, de la información, pero al final de cuentas es la tecnología la que ha ido haciendo avanzar, al aumentar la productividad y tenemos una sociedad en que pasamos del poder monolítico a la democracia, a la libertad, a la pluralidad, a la diversidad, a los derechos humanos, a la globalización, a la competencia, la productividad, la tecnología, la innovación, etcétera.

Es una transformación de 180 grados ante el esclavo, la libertad, ante la esclavitud y el sometimiento, los derechos humanos, el medio ambiente es otro de los nuevos paradigmas de esta civilización y lo interesante de todo esto, es que esa transformación de 180 grados, que no acabamos de digerir desgraciadamente como sociedades, y ese cambio de una sociedad industrial a una sociedad de servicios provoca crisis, que es una de las crisis que estamos viviendo, una crisis que se ha iniciado desde los 80, se sigue en los 90 y la seguimos viviendo.

Ha sido una transformación social y política completa, esto, insisto en ello, porque esto nos lleva a ver que los paradigmas de esta nueva civilización por sí mismos son muy generosos, ya no vivimos, ya no nos interesa la explotación de la tierra y del hombre, ahora es la explotación, entre comillas, del bienestar del hombre, ya no combatir o eliminar la pobreza es un problema ético o de justicia social, ahora es una necesidad económica.

Las personas marginadas tienen que incorporarse a la modernidad económica para poder sustentar el desarrollo de los países, y ha sido así como hemos visto el que alguna vez se llamó el milagro mexicano, de 50 años creciendo al 6.2 por ciento anual, con los gobiernos más diversos desde 1932, precisamente en la crisis de los 30 en que se ponen de acuerdo los mexicanos, sobre todo el gobierno y el sector productivo e inician una política de estado en varias direcciones que nos lleva durante 50 años a crecer al 6.2 y transformar al México rural y agrícola a un México industrial y urbano, ese fue el combustible, esa fue la gran transformación del país, de ser un país agrícola y rural, a un país urbano e industrial.

Eso es precisamente lo que está haciendo China y lo que hizo Brasil y lo que pasó en el siglo XIX en los países subdesarrollados, es el mismo proceso, es el cambio civilizatorio de una sociedad improductiva, que está al nivel del autoconsumo, en que la tierra se trabaja, no hay movilidad social, no hay educación, se vive en la ignorancia. Todo lo que comentaba yo de los paradigmas.

Ese cambio llevó a México a ese crecimiento, ese cambio está llevando a China hoy a pasar de una sociedad agrícola rural, que vive en el autoconsumo, a volverse una sociedad moderna con grandes niveles educativos, un gran nivel educativo, pero la sociedad china, con ventaja sobre el fenómeno nuestro, se está convirtiendo también en un país, porque han entendido muy bien el cambio civilizatorio, una sociedad de conocimiento, en que la educación es muy grande, es muy importante y, por supuesto, en ese proceso aprovechó la globalización, la apertura comercial, la competencia, la productividad para convertirse en el gran fabricante de bienes del mundo que es, lo hacen en niveles de costos, que lo hacen enormemente competitivo, también por el sistema político que tiene.

Pero también China, al mismo tiempo que le vende a todos los demás, que se llena las arcas de reservas, desde 2002, 2003, el crecimiento de las reservas fue sustancial, fue paralelo al déficit comercial de Estados Unidos, que era 60 mil millones de dólares al año, fue enorme ese superávit, ha ido sacando a decenas de millones de la pobreza cada año. Cada año decenas de millones de chinos, como de otras sociedades, pero China es más notable, han ido saliendo de ese atraso, han ido saliendo del autoconsumo, han estado saliendo del campo, han ido a prepararse, educarse, han salido de la ignorancia, etcétera.

Ese fenómeno ya lo tuvimos nosotros. ¿Qué es lo que hay que hacer?, aparte de lo que comentaré más adelante, ahora nos tenemos que incorporar a esta nueva civilización, a la civilización del conocimiento, a la civilización digital, de la información, terciaria, de servicios, como la queramos llamar, de la manera más inteligente, saber cómo incorporarnos a ella, cómo aprovechar sus paradigmas, pero lo que es claro es que es una sociedad y es una civilización que se sustenta en el bienestar de nosotros, en incorporar al mercado, para decirlo de una manera un poco más clara, incorporar al mercado a la gente que hoy está marginada, para darle sustento al crecimiento económico.

Por eso, cuando hablamos de combatir la pobreza, la asistencia social, la caridad, claro que son importantes para aliviarla, para atenuarla, pero también para conservarla, lo que tenemos que hacer es sacar a la gente de la pobreza e incorporarla a la modernidad y constituir y transformar a esa gente que vivía en ese estado a convertirla en una gran base de clase media creciente y que se pueda ir desarrollando y eso obviamente uno de los caminos lo sabemos en México, con la Universidad Nacional y las universidades públicas, la capilaridad social que la educación pública ha ocasionado en nuestro país y en muchos otros. Lo que necesitamos es no solamente combatir la pobreza con asistencia social, sí, claro, hay que tener una red social mínima de bienestar no solamente para las personas que están en ese estado, sino para aquellos que se quedan sin trabajo puedan tener también una forma de soportar a estas personas que pierden las posibilidades de trabajo, pero lo importante es incorporarlas al empleo, no hay una sociedad avanzada, desarrollada que no tenga una gran clase media y una gran infraestructura física, y obviamente para ello se tuvo que tener el desarrollo de ese capital humano, el desarrollo a través de salud, educación, nutrición de esta población.

Lo importante es ir sacando acelerada, rápidamente, lo más rápidamente que se pueda a las personas que están marginadas, incorporarlas a la modernidad para con un gran dinamismo poder incorporarlas a la modernidad y al desarrollo.

En México, lo dijo hace un momento el gobernador, desde la crisis de deuda externa de 1982 nuestro crecimiento per cápita prácticamente ha sido nulo, hemos vivido con ajustes económicos en lugar de planes de desarrollo, no los han impuesto de fuera, Banco Mundial, BID, aunque está aquí un digno representante del Banco Mundial, pero desgraciadamente hemos trabajado planes de ajuste y no planes de desarrollo, tanto de afuera como de adentro, se hacen esfuerzos por mantener equilibrios macroeconómicos, lo que nos lleva, nos llevó y nos ha llevado a confundir instrumentos con objetivos, pues lo que es un instrumento del desarrollo y del crecimiento lo volvemos un objetivo nacional, entonces nuestro objetivo es mantener equilibrio de finanzas públicas, sanas, inflaciones reducidas. Pero no está planteada la política fiscal y monetaria con el objetivo del desarrollo del empleo, del crecimiento, etcétera. Esto lo hemos vivido durante muchos años.

También quiero insistir en que tengamos claro que la eliminación de la pobreza se da con empleo, que el empleo lo generan los empleadores y que de manera sustancial los empleadores son los empresarios, especialmente la pequeña y la mediana empresa, o sea, donde más empleos se generan es en la micro, en la pequeña y en la mediana empresa. El empleo es lo verdadero que combate a la pobreza, más allá de la asistencia social, que es importante, es el que saca a las personas de la pobreza y para ello se requiere inversión y actividad económica.

Más allá de lo descrito y de la crisis mundial, regreso a la pregunta que es tema de esta cumbre ¿Qué visión de largo plazo en esta generosa era podemos y debemos crear, que nos conduzca de la manera más rápida y sin regresiones a ser un país desarrollado con una fuerte, amplia y creciente clase media, cuyo cada vez mayor bienestar sustente nuestro desarrollo?

Ya en la pregunta mañosamente hablo de hacerlo rápido, de que no haya regresiones, de que sea sustentado, que cada vez sea mayor bienestar, etcétera.

Contestando a la pregunta, debemos tener una visión integral, ambiciosa muy fuerte, un rumbo claro de largo plazo que se constituya en una política de estado, con planes de inversión, de ejecución, de acción, yo supondría de tres años, y al hablar de tres años es para que se sienta el sentido de urgencia que tenemos los mexicanos, el sentido de urgencia de poder actuar con rapidez y eficacia. En China el plan, aunque tiene una visión de 50 años, programas a 50 años, son quinquenales, yo creo que lo copiaron a los soviéticos, creo que eso fue hace 50 años, ahora deberíamos hacerlo, yo diría que con planes de ejecución y de acción de tres años y ponerle un sentido de urgencia en políticas claras y también, aunque tengamos metas diversas hay que hacerlo juntos, hay que hacerlo unidos, hay que hacerlo en concordia, hay que tener diferencias, discusiones, etcétera; pero debe haber algunos asuntos básicos en los que todos debemos estar de acuerdo y creo que uno de ellos, o uno de estos, es esta idea de volvernos un país desarrollado; obviamente implica educación, nosotros lo llevamos, hablamos normalmente de nutrición de la madre en el embarazo, atención perinatal, atención temprana, nutrición temprana, educación temprana, irnos de la educación temprana al año, quizá un poco antes, a la educación superior, todo de calidad por supuesto, no sólo es cuantitativo.

El desarrollo de nuestra infraestructura, vivienda, las inversiones, apoyos necesarios, el financiamiento público, privado, la política fiscal y monetaria necesarias para tener un crecimiento económico, lo cual coincido con el gobernador, me gustaría que fuera siete u ocho como en China, pero cuando menos cinco por ciento sustentable y sostenido a largo plazo; un crecimiento con empleo y distribución del ingreso, la distribución del ingreso más importante es a través del empleo, pero también es importante a través del gasto social y la inversión pública.

Atendiendo a la economía interna con eficacia y el uso de todos los instrumentos, incluida la banca de desarrollo, el crédito bancario, el ahorro nacional de las Siefores, la capacidad de compra del gobierno y de las empresas del estado y la inversión privada, siempre con la rectoría del estado, necesitamos siempre tener, creo yo, la rectoría del estado.

Aquí quiero hacer un paréntesis, si nos ponemos a pensar en los últimos 30 años, México ha tenido, con la que tenemos ahora, cuatro oportunidades de salir del subdesarrollo; cuatro etapas que yo diría son, fueron muy importantes para que México hubiera logrado salir más o menos rápidamente al desarrollo.

La primera fue en los 70, al final de los 70, con el precio del petróleo, la abundancia del petróleo y el crédito externo que estuvo disponible, esa era una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo.

Después hubo otra, cuando en 89, primeros años del 90 se reabre el crédito externo en México, se abren los mercados financieros al país, hay posibilidad de acudir a los mercados de capitales y a los mercados de dinero de manera importante, vino la inversión extranjera de manera intensa, de manera muy importante, hay una gran inversión y fue otra oportunidad desaprovechada.

La tercera, yo creo que fue el dinamismo de las economías mundiales que hubo a finales de los 90, o en los 90, después del 95, el 96, de nuestra crisis del 95, un gran dinamismo en las economías mundiales y también el gran aumento del precio del petróleo, que sabemos que llegó hasta 150 dólares, esos son elementos que debimos haber usado para nuestro desarrollo, para nuestro crecimiento, para salir, para lograr el desarrollo.

Por último, la actual, en que las políticas monetaria y fiscal, hay una gran abundancia de recursos financieros a largo plazo, a tasas bajas como nunca antes, que hacen rentable casi cualquier proyecto, o sea, los proyectos son rentables dependiendo de las alternativas de financiamiento, pero cuando hay tasas, por ejemplo, en México del 8 por ciento en pesos para el gobierno, o sea el 8 por ciento de costo financiero a 10 años, eso hace financiable muchos proyectos, o de 4 por ciento en Estados Unidos.

Estas cuatro oportunidades, creo que tenemos ahora una oportunidad con estos recursos que hay y quiero comentar otra cosa, así como hay una velocidad de escape de la tierra para ir a la luna, a salir al espacio, creo que son 40 mil kilómetros por hora, hay un nivel de ingreso per cápita en el que se rompe la barrera del subdesarrollo, yo creo que ese nivel anda en diez ó 12 mil dólares per cápita y depende mucho de la distribución del ingreso, si hay una mala distribución del ingreso se necesita un mayor ingreso per cápita, pero cuando hay una mejor distribución del ingreso creo que diez mil dólares, es el caso de Chile, por ejemplo, que pareciera que eso pasa y esto lo digo porque si vemos Korea, otros países de Asia o Europa, España y algunos países europeos, como cuando llegaron a ese nivel tomaron el suficiente ingreso per cápita para sustentar su desarrollo posterior y ya los vemos que ya están en 30 mil, etcétera.

Nosotros estamos muy cerca, por eso hay que tener ese sentido de urgencia, actuar, aprovechar la coyuntura y hacer el desarrollo. Además, ya no se trata de sacrificar generaciones, al revés, aparte de que se hace muy rápido, que se hace en 20 años, no solamente no sacrificas nada, sino que desde el principio empieza la sociedad a tener ese bienestar día con día, va mejorando su situación y lo hemos visto en los países que lo han logrado.

Por último quisiera comentar, aquí traigo algunas notas, decía, que entre las cosas que hay que hacer es que esa política fiscal monetaria dejen de ser objetivos para volverse instrumentos del crecimiento económico acelerado, sostenido y a largo plazo, arriba de cinco y que atendamos a la economía interna con eficacia con estos instrumentos.

Lo que hay que hacer, se los había mencionado antes, lo quiero repetir, es crear una dinámica poderosa, perdiendo el miedo a creer en nosotros, trabajando duro como lo hace la mayoría de los mexicanos, cuando vamos a algún lugar trabajan muy duro, dentro y fuera del país trabajan muy duro, juntos, como decía, unidos, en concordia para construir este gran país que todos queremos.

Hay una gran energía en encender, en inspirar esperanza y orgullo con una visión de largo alcance y planes de ejecución de corto plazo en toda la población, sin confundir, como lo he dicho varias veces, instrumentos y objetivos, como nos ha pasado por tantos años.

Los mexicanos estamos muy orgullosos de nuestro pasado y de nuestra cultura, debemos estarlo de nuestro futuro y trabajar para ello todos los días con fuerza y energía constantes.

Muchas gracias.